¿Qué es Ethereum? Todo sobre ETH, la segunda criptomoneda más importante del mercado
Con más de 6 años en el mundo de las criptomonedas y ocupando el segundo lugar en términos de precio y capitalización, Ethereum es una moneda digital que todos los criptoinversores deberían conocer muy bien.
Ehtereum es interesante porque no solo se trata de una criptomoneda para transacciones, sino que su blockchain tiene utilidad más allá de ser un sistema de pagos, razón de que siempre se haya visto como el único y verdadero competidor del Bitcoin.
En este artículo aprenderemos todo sobre Ethereum, desde qué es y su historia, hasta su funcionamiento y las innovaciones que ha aportado al mundo de las criptos. Si estás pensando en invertir en Ethereum, la información que encontrarás aquí será un excelente punto de partida.
¿Qué hace de Ethereum una criptomoneda?
Al tener su propio blockchain con una tecnología de encriptación avanzada, la moneda de Ethereum puede usarse para transacciones. Ether (ETH) es la moneda nativa de este blockchain, la cual se envía o recibe durante las transacciones, además de funcionar para las comisiones que implica el uso de la red (conocidas como gas), con lo cual se recompensa a los mineros por verificar bloques bajo un protocolo conocido como Prueba de Trabajo.
Ya que es posible intercambiarla, usarla como método de pago, y además tiene su propio blockchain, Ethereum cumple con todos los criterios de una criptomoneda. Además, su popularidad es bastante alta, por lo que ETH está disponible en prácticamente todas las plataformas de exchange de criptomonedas.
Breve historia de Ethereum
El sistema de Ethereum salió a la luz oficialmente el 30 de julio de 2015, pero detrás de su invención hay toda una historia antes de que se convirtiera en el importante blockchain que es hoy.
Todo empieza con Vitálik Buterin, el joven programador ruso, quien primero se desempeñó como redactor para un blog sobre Bitcoin cuando los sistemas criptomonetarios apenas empezaban a aparecer. Luego de una breve carrera como escritor de artículos y publicaciones en diferentes revistas de Bitcoin, Buterin da el primer paso hacia la creación de su propio blockchain, publicando el white paper de Ethereum en 2013.
Al igual que la primera criptomoneda, Ethereum aspiraba ser una red descentralizada, pero que además funcionaría como plataforma para el desarrollo de software y aplicaciones. Aunque ya existían plataformas y sistemas donde los desarrolladores y programadores podían crear innovaciones, Ethereum sería la primera red descentralizada en propiciar un espacio para esto.
Además de Buterin, el proyecto tuvo 7 otros cofundadores, aunque actualmente solo él sigue trabajando activamente en Ethereum. De todos, el segundo más involucrado fue el desarrollador inglés Gavin Wood, antiguo empleado de Microsoft, quien estuvo involucrado en la creación de Solidity, el lenguaje de programación que utiliza Ethereum para los contratos inteligentes que operan en la red.
Hoy en día, el equipo de desarrolladores de Ethereum trabaja en la implementación de la actualización 2.0, que espera resolver problemas de velocidad para las transacciones en la red, minimizar los costos y cambiar del protocolo de Prueba de Trabajo (PoW) al de Prueba de Participación (PoS).
Conceptos básicos
Antes de continuar nuestro recorrido por Ethereum, revisemos algunos conceptos básicos que tanto usuarios nuevos como inversores potenciales deberían conocer antes de comenzar a usar criptomonedas.
¿Qué es un blockchain?
Un blockchain, también conocido como cadena de bloques, funciona como una base de datos donde se registran todas las operaciones y transacciones realizadas con las criptomonedas, incluyendo a dónde son enviadas y la dirección que las recibe.
Su nombre se debe a que los grupos de transacciones van formando bloques uno de detrás de otro, conformando una cadena. Cada bloque es luego “resuelto” o “verificado” en la red utilizando la potencia de cómputo de los participantes (mineros), en un proceso que popularmente se conoce como minería. El tamaño del bloque, el número de transacciones, la cantidad de mineros, el gas utilizado… todos estos factores determinan qué tan rápido se resolverá el bloque.
Contratos inteligentes y tokens: la tecnología de Ethereum
Muchas criptomonedas siguieron tras la aparición de Bitcoin, pero de todas, Ethereum fue la primera en crear una red y plataforma que permitió el funcionamiento y la creación de software. Además, con la programación de contratos inteligentes se asegura el cumplimiento de acuerdos entre partes involucradas, con lo cual el blockchain de Ethereum no solo busca descentralizar transacciones, sino el internet en general.
Gracias a su gran usabilidad, que incluye también la creación de tokens, la red de Ethereum es sin duda la más utilizada en todo el criptomercado.
Tokens ERC-20
Los tokens ERC-20 (Solicitud de Comentarios para Ethereum) son tokens fungibles creados bajo un estándar en el blockchain de Ethereum. Este tipo de token puede usarse para transacciones y, a pesar de operar en la red Ethereum, su valor no está relacionado ni depende del ETH.
En 2016, una gran cantidad de proyectos nuevos utilizaron los ERC-20 para campañas de crowdfunding con la esperanza de financiar sus operaciones. Desafortunadamente, muchos resultaron ser estafas a gran escala y otros nunca lograron despegar; pero en aquel entonces la comunidad apenas estaba comenzando a explorar el alcance que esta innovación podía representar como herramienta financiera. Hoy en día, los criptoinversores son mucho más astutos y estudian el potencial de un proyecto y el mercado antes de invertir.
Aunque el ERC-20 es el estándar más popular para la creación de tokens en la red Ethereum, ciertamente existen otros con características y ventajas diferentes.
Tokens no fungibles (NFT)
Al definir los ERC-20 utilizamos la palabra ‘fungible’. En finanzas, esto simplemente significa que un token no puede diferenciarse de otro porque tienen el mismo valor y pueden ser intercambiados por otro igual. Por ejemplo, un billete de 5 dólares puede ser intercambiado por otro de 5 dólares; pero además equivale a lo mismo que cinco billetes de 1$. En este sentido, el token no solo es fungible sino también divisible. ¿Qué pasaría entonces si el token no fuera fungible?
Los NFT se reconocen porque cada uno es único y solo existe una copia de ese token. Ningún NFT equivale a otro y, por supuesto, tampoco es divisible. Imaginemos un automóvil. Incluso si existe otro del mismo modelo y mismo año de fabricación, seguramente los kilómetros recorridos son diferentes, o uno de los vehículos está más desgastado en su interior… y sí se llegara a dividir o separar en partes, ni siquiera sería un automóvil porque no cumpliría con la función para la que fue diseñado. Este es el mismo concepto que aplica para los tokens no fungibles.
Este año hemos visto el boom de los NFT, el cual no solo ha tomado por sorpresa al mundo del arte, los memes y los coleccionables digitales, sino también a los videojuegos, dando vida a una serie de ecosistemas que buscan revolucionar toda la industria.
En el caso de los videojuegos, los NFT permiten la creación de objetos, artículos, armas, equipos y más que son únicos y pertenecen solamente al jugador que los posee, y en 2021 hemos visto cómo este nuevo sistema se está haciendo popular entre gamers, pero también entre criptoinversores que han decidido dar un vistazo a estos nuevos mercados.
Finanzas descentralizadas (DeFi)
Si hay algo que siempre debemos tener en cuenta al hablar de las criptomonedas es una cosa: la descentralización. Este es un principio (o hasta filosofía) por el que se definen todas estas monedas digitales, y el enfoque de Ethereum ha sido igual al resto, pero además logrando expandir el principio de descentralización hacia el desarrollo de aplicaciones con las populares DApps (aplicaciones descentralizadas), cuya finalidad es ofrecer instrumentos financieros en una arquitectura descentralizada que interactúa con el blockchain de Ethereum.
Con los protocolo DeFi, los usuarios pueden invertir en cualquier activo (sea físico o digital) desde la red Ethereum, gracias a un proceso conocido como “wrapping”.
¿Cómo funcionan las direcciones y carteras de Ethereum?
Para quienes aún están acostumbrados a las finanzas e instituciones centralizadas, una forma de comprender las direcciones de criptomonedas es pensar en ellas como cuentas bancarias. Una dirección se obtiene mediante una cartera de criptos, la cual no es solo fácil de crear sino que también es gratuita.
La dirección viene a ser una serie de letras y números generados al momento de crear la cartera con la que podemos recibir criptomonedas. Es decir que si alguien quiere enviar ETH a tu cuenta, necesitaría esa dirección exacta para transferir fondos.
Además de obtener una dirección al crear una cartera, también se obtiene una clave privada. Nuevamente, esto sería como la contraseña de acceso que utilizamos para entrar a la cuenta de un banco. Por lo tanto, la clave privada es lo que nos permite acceder a una cartera para enviar criptos, pero tiene una particularidad muy importante: la clave privada no se puede recuperar de ninguna forma.
Al momento de crear la cartera, se debe guardar de forma segura y asegurarse de nunca compartirla o perderla, sino daría lo mismo tener millones de dólares en Ether si no puedes acceder a las monedas. Sin embargo, algunas plataformas ofrecen carteras un poco más flexibles, aunque sus métodos de almacenamiento no son los más recomendados.
Si quieres almacenar tus ETH de la forma más segura, considera utilizar una cartera de hardware (almacenamiento en frío). Puede que tengas que gastar un poco para conseguir una, pero no hay mejor inversión que la seguridad.
¿Qué es la minería de Ethereum?
Si sabes algo de Bitcoin, seguramente has escuchado hablar de la minería, y Ethereum también utiliza un proceso similar. Con el protocolo Prueba de Trabajo (Proof of Work) la red recompensa a los participantes (mineros) del sistema con Ether (ETH) por contribuir con la verificación (minado) de los bloques (transacciones) formados en la cadena. Con estas recompensas, los mineros son incentivados a mantener el crecimiento y la integridad del blockchain.
Aunque el proceso de minería de Ethereum sufre los mismos problemas que en Bitcoin, donde se necesitan dispositivos potentes creados para minería (ASIC) con los cuales se aporta alta potencia de cómputo, y que además pueden costar miles de dólares, la actualización 2.0 espera cambiar su protocolo a la Prueba de Participación (PoS) para solventar este y otros problemas con el fin de descentralizar más la red.
Cuando Ethereum 2.0 se lance en 2022, no solo cambiará el mecanismo de consenso sino que también implementará cadenas de fragmentos (shard chains) para repartir de manera más eficiente la carga de la red, por lo que no solo será más rápida, sino que las transacciones tendrán comisiones más bajas (conocidas como gas) y más conscientes con el medio ambiente ya que se necesitará menos potencia, aunque con esto la minería se volverá un proceso menos rentable.
Precio de Ethereum, ¿qué tan volátil es?
Al ser una altcoin con una larga trayectoria, Ethereum ha tenido bastantes altibajos como los que registró Bitcoin en sus inicios. Sin embargo, la criptomoneda no empezó a despegar concretamente sino en 2017, dos años después del lanzamiento de Ethereum.
En 2015, la moneda comenzó su recorrido con pasos débiles. Aunque fue rápidamente añadida en diferentes plataformas de exchange, su valor era muy bajo y su desarrollo estaba en una fase inicial, aunque la promesa de actualizaciones periódicas a su protocolo había logrado atrapar la atención de buena parte de la comunidad.
2016: el incidente DAO y la creación de Ethereum Classic
En 2016, Ethereum actualiza al protocolo Homestead, el cual es bien recibido por programadores y desarrolladores, pero en especial logra atraer inversión. El desarrollo de más DApps y el uso del ERC-20 para financiar nuevos proyectos comienzan a ser alternativas cada vez más populares.
En aquel entonces aparece el proyecto DAO, una organización descentralizada creada en el blockchain Ethereum con el fin de aprovechar los contratos inteligentes y tokens ERC-20 para financiar su proyecto. Sin embargo, en julio de 2016, una falla crítica permite el robo de más de 50 millones de dólares en tokens DAO, lo cual pone en tela de juicio la seguridad de la red.
La criptocomunidad comienza a discutir el robo y el rumbo que debería tomar el blockchain para reparar este error, lo cual implicaría una bifurcación fuerte del blockchain. Al final, la comunidad votó por la bifurcación con lo cual apareció Ethereum Classic (ETC), que continuó con la cadena original, mientras que Ethereum revirtió el robo en su nueva red.
Antes del incidente, el precio de Ethereum había alcanzado los 18 dólares, pero con el robo a DAO, la moneda se desplomó hasta los 11$, por lo que fue un año bastante rudo. Mientras tanto, el desenlace de DAO fue mucho peor, con el token siendo retirado de varios intercambios hasta desaparecer por completo en septiembre de 2016.
2017: el Ether empieza a subir de forma proporcional a Bitcoin
2017 fue un año importante para Ethereum, llegando a alcanzar los 45 dólares en marzo y continuó disparándose hasta los 100 dólares.
La criptomoneda continuó subiendo de forma increíble hasta los 400 dólares en junio, y luego duplicó su valor para finales de año, alcanzando por primera vez la barrera de los 800 dólares. Sorpresivamente, el crecimiento que registró Ethereum durante el segundo trimestre de 2017 fue incluso mayor a la primera criptomoneda, aunque para el T3 comienza a desacelerar hasta ser superado nuevamente por Bitcoin.
2018: la gran caída del mercado de criptomonedas
Las primeras semanas de 2018 siguieron siendo buenas para Ethereum, que logró superar los 1.200 dólares. Sin embargo, poco después empezó a registrar caídas constantes junto al resto de las criptomonedas hasta los 400 dólares nuevamente para finales de marzo.
A pesar de que el precio comienza a recuperarse a mediados de año, ETH no logra llegar ni a 800$, y el resto de 2018 continúa descendiendo hasta los 100 dólares en diciembre.
2019: un año sin mucho movimiento
ETH apenas superaba los 100 dólares para 2019, aunque comienza su ascenso lentamente hasta los 300 dólares a mitad de año, seguido de una nueva caída.
Aunque su preció se triplicó, los inversores estaban perdiendo interés en una moneda con tanta inestabilidad y volatilidad, lo cual se demostró al bajar al puesto #3 en términos de capitalización, siendo superada brevemente por el proyecto Ripple (XRP).
A pesar de todo, 2019 fue un año de avances para la plataforma, lanzando 3 importantes actualizaciones (2 a principios de año y 1 casi al final), demostrando el compromiso de la comunidad con Ethereum.
2020: crecimiento y resultados
ETH sube una vez más hasta los 125 dólares y continúa creciendo durante el primer semestre al igual que el resto del mercado. Durante el tercer trimestre se registra un mayor crecimiento en todo el mercado, con Ethereum cerrando en 750$, 6 veces más que el precio a inicios de año.
2021: un nuevo boom en el mercado
Este año vimos cómo Ethereum, Bitcoin y el resto del mercado subieron hasta registrar nuevos máximos históricos, e incluso luego de una fuerte caída, las monedas lograron recuperarse y estabilizarse poco después, con Ethereum superando incluso la barrera de los 4.300 dólares (su precio actual para el 20 de noviembre).
¿Cuántas monedas hay en circulación?
Aunque se trata de la segunda moneda del mercado, su precio es mucho más bajo que 1 BTC. Por supuesto, Bitcoin goza de una gran ventaja: que es la primera criptomoneda.
Sin embargo, el precio de una criptomoneda no es lo único que indica su valor real. El otro indicador que todo inversor debe conocer es su capitalización de mercado, y aunque hoy Bitcoin supera el billón de dólares en términos de capitalización, el de Ethereum es aproximadamente un poco más de 500 mil millones de dólares (¡Es decir, la mitad de la capitalización de Bitcoin!). ¿Y qué determina la capitalización? Pues el precio actual de la moneda multiplicado por el número de monedas en circulación.
Actualmente, Ethereum tiene unos 118 millones de ETH en circulación, y el suministro total es ilimitado, aunque sí existe un límite de cuántas monedas se pueden generar anualmente (unos 18 millones), por lo que su suministro no es descontrolado.
¿Seguirá subiendo el precio de Ethereum?
Si bien es un pronóstico bastante difícil de hacer, Ethereum nos ha sorprendido a todos estos dos últimos años, y 2021 ha sido un año de muchos logros para la criptomoneda. Al tratarse de una criptomoneda que no solo funciona como sistema de pago sino que ofrece diferentes funciones y utilidades, Ethereum siempre se mantendrá relevante en el mercado.
No obstante, hay varios factores que podrían afectar positiva o negativamente su crecimiento, incluyendo el precio del Bitcoin (el cual a veces llega a impactar a todo el mercado), la economía global y las regulaciones sobre las criptomonedas, la adopción generalizada de las monedas digitales, el conocimiento (o desconocimiento) del público, y las innovaciones de la tecnología DeFi y el mercado de los NFT.
De momento, el futuro de Ethereum se ve prometedor y los inversores lo reconocen porque cada vez la moneda sube más y más. Y si bien muchos otros proyectos han aparecido con la intención de competir con este blockchain, ninguno lo ha logrado superar hasta la fecha.
Conclusión
Aunque Ethereum es la segunda criptomoneda del mundo en cuanto a precio y capitalización, podemos afirmar que es la moneda número uno en cuanto a utilidad. Ninguna otra red es tan utilizada como Ethereum, y su potencial es algo que han sabido aprovechar desarrolladores y programadores de todo el mundo.
Si bien Ethereum tiene una gran barrera de entrada (aunque no tan alta como la de Bitcoin) y es probable que ya pasara el tiempo para obtener ganancias enormes a corto plazo con esta moneda, ETH aún puede ser una buena inversión a largo plazo.
Como siempre, nuestra recomendación es que investigues todo sobre una criptomoneda y el mercado antes de invertir, y si decides hacerlo, utilizar solamente plataformas de exchange de criptomonedas confiables y reconocidas.
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